Me gustaría hablaros hoy de cómo siento yo el kanki NIN o SHINOBI (de NIN-JUTSU).
Conozco a mucha gente que parece preparase para una gran pelea callejera que, probablemente, nunca llegará. Se olvidan que pierden pequeñas guerras cada día, una tras otra. Y la peor es la perdemos continuamente frente a nosotros mismos, frente a los sentimientos de nuestros amigos y compañeros. Nos fallamos y les fallamos a mucha gente. El verdadero guerrero debe forjarse como una gran persona en todos sus aspectos, si no, sólo seremos luchadores quizás peligrosos pero en nuestro interior vacíos, tristes y solos.
He pecado como el que más por querer ser el mejor, estar por encima de todos, ser letal, tener el golpe (atemi) más potente, encajar una patada (keri) como un rayo, para ser el más temido, pero, todo eso..... sólo me ha servido para engrandecer un ego que me ha hecho aún más débil e infeliz. Ahora me pregunto -en el caso en que llegara a ser ese guerrero que macharara a todo el mundo ¿qué ocurriría después?- pues llegué a la conclusión que me encontraría en el pico de una montaña solitaria, completamente solo.
No digo que no sea muy importante endurecer el cuerpo, ser rápido, técnico y todo eso que se le presupone a un guerrero. Pero para seguir el camino (DO) verdadero guerrero (NIN) no debería quedarme en eso, en ser un tipo peligroso, en absoluto. Es una revolución en el corazón (SHINOBI NO KOKORO). A la hora de forjar el cuerpo, no podemos dejarnos atrás la forja de mente y corazón.
Recuerdo que en mi niñez, siempre observaba con admiración al ideal de caballero renacentista, un hombre de armas y de letras. Un hombre con una ética, con unos valores que sólo pueden nacer de un corazón bueno. Hoy por hoy, siento haber llegado a mis primeros años de madurez, ahora empiezo a comprender lo que significa forjar ese corazón, significa que la vida te machaque, que te tire al suelo, que te patee, y aún así.... saber levantarte y sin ira, con los dientes apretados seguir el camino que sabes que tienes que seguir día a día, superarte a ti mismo día a día, abrir la mente día a día, ser más comprensivo, darte cuenta que nada es tan malo ni tan bueno como parece en un principio. El camino por esta senda, nos debe llevar a esto. El nin es un camino de sinceridad con hombre del espejo, es mirar tu reflejo y saber que vas por el camino correcto, el camino de sencillez, el camino de tus sueños.
Así es como, en mi humilde opinión y con las palabras de mi experiencia he aprendido lo que significa andar la vía del guerrero shinobi. Caer y levantarse, reirse cuando la tormenta te azota en la cara y rodearse de verdaderos amigos. NIN es aunar lo que vives y lo que sueñas. Es que tu cuerpo, mente y corazón tengan funciones al unísono. NIN es trabajo, trabajo y trabajo. NIN es tener un corazón comprensivo, benovolente, y cariñoso. NIN es cultivar cuerpo y mente. NIN es el camino del que juré nunca desviarme.
Nin es el camino del perfecto guerrero de la vida, ser feliz.
Conozco a mucha gente que parece preparase para una gran pelea callejera que, probablemente, nunca llegará. Se olvidan que pierden pequeñas guerras cada día, una tras otra. Y la peor es la perdemos continuamente frente a nosotros mismos, frente a los sentimientos de nuestros amigos y compañeros. Nos fallamos y les fallamos a mucha gente. El verdadero guerrero debe forjarse como una gran persona en todos sus aspectos, si no, sólo seremos luchadores quizás peligrosos pero en nuestro interior vacíos, tristes y solos.
He pecado como el que más por querer ser el mejor, estar por encima de todos, ser letal, tener el golpe (atemi) más potente, encajar una patada (keri) como un rayo, para ser el más temido, pero, todo eso..... sólo me ha servido para engrandecer un ego que me ha hecho aún más débil e infeliz. Ahora me pregunto -en el caso en que llegara a ser ese guerrero que macharara a todo el mundo ¿qué ocurriría después?- pues llegué a la conclusión que me encontraría en el pico de una montaña solitaria, completamente solo.
No digo que no sea muy importante endurecer el cuerpo, ser rápido, técnico y todo eso que se le presupone a un guerrero. Pero para seguir el camino (DO) verdadero guerrero (NIN) no debería quedarme en eso, en ser un tipo peligroso, en absoluto. Es una revolución en el corazón (SHINOBI NO KOKORO). A la hora de forjar el cuerpo, no podemos dejarnos atrás la forja de mente y corazón.
Recuerdo que en mi niñez, siempre observaba con admiración al ideal de caballero renacentista, un hombre de armas y de letras. Un hombre con una ética, con unos valores que sólo pueden nacer de un corazón bueno. Hoy por hoy, siento haber llegado a mis primeros años de madurez, ahora empiezo a comprender lo que significa forjar ese corazón, significa que la vida te machaque, que te tire al suelo, que te patee, y aún así.... saber levantarte y sin ira, con los dientes apretados seguir el camino que sabes que tienes que seguir día a día, superarte a ti mismo día a día, abrir la mente día a día, ser más comprensivo, darte cuenta que nada es tan malo ni tan bueno como parece en un principio. El camino por esta senda, nos debe llevar a esto. El nin es un camino de sinceridad con hombre del espejo, es mirar tu reflejo y saber que vas por el camino correcto, el camino de sencillez, el camino de tus sueños.
Así es como, en mi humilde opinión y con las palabras de mi experiencia he aprendido lo que significa andar la vía del guerrero shinobi. Caer y levantarse, reirse cuando la tormenta te azota en la cara y rodearse de verdaderos amigos. NIN es aunar lo que vives y lo que sueñas. Es que tu cuerpo, mente y corazón tengan funciones al unísono. NIN es trabajo, trabajo y trabajo. NIN es tener un corazón comprensivo, benovolente, y cariñoso. NIN es cultivar cuerpo y mente. NIN es el camino del que juré nunca desviarme.
Nin es el camino del perfecto guerrero de la vida, ser feliz.