Lugar de Entrenamiento

BUJINKAN COSTA DEL SOL
Instructor: Javier Pládena Arlandi

SHOREIKAN DOJO
C/ San Vicente, 22

(Fuengirola - MALAGA)

MARTES y JUEVES de 20:00 a 22:00
Email: bujinkancostadelsol@gmail.com
Tlf: 665.01.69.46

marzo 09, 2010

Reflexiones (1) Shizen, la naturalidad.

      (Aún a sabiendas que es imposible expresar con palabras una experiencia, intentaré compartirla, pero racionalizando estas palabras sólo se malinterpretarán, hay que leer entre líneas como suele decir el Soke...)

      Sentado como cada noche, mirando las estrellas en completa soledad, me suelo preguntar quién soy yo, dónde estoy y si soy feliz. En realidad no quiero responderme, solamente quiero sacudirme las convenciones sociales que
pueda y que acumulo día tras día. Recordar que ante todo soy un ser humano y que quiero ser feliz, y con feliz no quiero hablar de fama, dinero, admiración, etc., sino feliz a secas. Que mi intelecto, mi corazón y mi instinto animal se unan en un sentimiento único (sanshin) que te vuelve a la pureza del ser (shizen). No sé cuántas veces me descubro adorando, cultivando o compadeciendo una imagen que tengo de mí. Pero ese no soy yo. Ese sólo es mi yo social. Un yo que me han enseñado a crear para mostrar ante los demás y mostrar ante mí mismo. Pero no soy yo. Es como al mirarte en un espejo, lo que veo sólo es un reflejo pero no soy yo. Al pensar sobre mí tampoco soy yo sino un reflejo. Por eso el yo real es sólo una experiencia.

      Sé que con el intelecto sólo me alejaría aún más de esta experiencia por eso siento que surgió el koan, para hacer que mi "yo pensante" se meta en un laberinto sin salida hasta el colapso para que surja el yo real, tan sencillo y complejo como una semilla de girasol (shizen). Es aquí cuando todo parece enmudecerse y casi pararse en el tiempo, y entiendo que las cosas son como son y nada más.

      Quisiera compartir algo me dijo mi maestro hace ya muchos años cuando le molestaba continuamente con preguntas y más preguntas sobre la vida, metafísica y el espíritu. Entonces no comprendía nada y hoy sé que me queda mucho por comprender:

"Antes de estudiar el zen durante treinta años, veía las montañas como montañas y las aguas como aguas. Cuando llegué a un conocimiento más íntimo, alcancé el punto en el que vi que las montañas no son montañas y las aguas no son aguas. Pero ahora que he llegado a la sustancia misma estoy tranquilo. Porque justamente veo las montañas y las aguas una vez más como aguas"
                                                                              Ch'ing-yüa
 

2 comentarios:

  1. Impresionante, muy profundo, buen blog.
    Saludos de un Buyu de Barcelona.

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  2. Gran entrada Javi, un saludo Adry Daysu

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